Después de una oferta pública inicial, las acciones de una empresa comienzan a cotizar en un mercado o bolsa de valores pública, y su precio puede subir o bajar según una variedad de factores, incluidas las condiciones del mercado, la confianza de los inversores y el desempeño financiero de la empresa.
Por lo general, en los días y semanas posteriores a una oferta pública inicial, el precio de las acciones puede ser volátil ya que los inversores reaccionan a la nueva oferta de acciones en el mercado y tratan de determinar el valor real de la empresa.
El precio también puede verse afectado por el período de bloqueo, que es un período de tiempo durante el cual ciertos accionistas, como los miembros de la empresa y los primeros inversores, tienen prohibido vender sus acciones.
A más largo plazo, el precio de las acciones de la empresa se verá impulsado por su desempeño financiero, las perspectivas de crecimiento y otros factores. Si la empresa se desempeña bien y cumple o supera las expectativas de los inversionistas, es probable que suba el precio de sus acciones. Por otro lado, si la empresa se desempeña mal o enfrenta desafíos, el precio de sus acciones puede disminuir.
Los inversores que compran acciones en una oferta pública inicial deben estar preparados para la volatilidad a corto plazo y deben evaluar cuidadosamente las perspectivas a largo plazo de la empresa antes de invertir. También es importante tener en cuenta que invertir en acciones individuales conlleva riesgos y que la diversificación es una estrategia importante para administrar el riesgo en una cartera.