Los riesgos asociados con una oferta pública inicial pueden ser diferentes de los asociados con otras formas de financiamiento, como capital privado o financiamiento de deuda.
Uno de los riesgos clave asociados con una oferta pública inicial es el riesgo de mercado. El precio de las acciones emitidas en una oferta pública inicial está determinado por la demanda del mercado y puede fluctuar en función de una variedad de factores, como las condiciones económicas, las tendencias de la industria y el desempeño de la empresa. Este riesgo de mercado puede ser significativo, especialmente en condiciones de mercado volátiles, y puede resultar en pérdidas significativas para los inversionistas que compran acciones al precio de la oferta pública inicial.
En comparación, el financiamiento de capital privado generalmente involucra a un número más limitado de inversores, que suelen ser sofisticados y tienen una mayor tolerancia al riesgo. Si bien los inversores de capital privado también se enfrentan al riesgo de mercado si deciden vender su participación en la empresa, este riesgo puede mitigarse un poco por el hecho de que las acciones no cotizan en bolsa y normalmente se mantienen durante un período de tiempo más largo.
El financiamiento de deuda, por otro lado, generalmente implica menos riesgo de mercado que el financiamiento de capital. En el financiamiento de deuda, la empresa pide dinero prestado a los prestamistas y acuerda pagar el capital y los intereses a lo largo del tiempo. El riesgo para la empresa es que es posible que no pueda generar suficiente flujo de caja para pagar la deuda, lo que puede dar lugar a un incumplimiento y posiblemente a la quiebra. Sin embargo, este riesgo suele ser más predecible que el riesgo de mercado, ya que la empresa normalmente puede pronosticar su flujo de efectivo con mayor certeza.
Otro riesgo asociado con una oferta pública inicial es el riesgo regulatorio. El proceso de salida a bolsa implica cumplir con una variedad de requisitos reglamentarios, como las presentaciones de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), los requisitos de gobierno corporativo y las obligaciones continuas de información y divulgación. El incumplimiento de estos requisitos puede dar lugar a multas y sanciones reglamentarias, daños a la reputación y posibles responsabilidades legales. En comparación, el financiamiento de deuda y capital privado generalmente implica menos requisitos regulatorios, aunque aún pueden estar sujetos a ciertas obligaciones de cumplimiento.
En general, los riesgos asociados con una oferta pública inicial pueden ser significativos, especialmente en condiciones de mercado volátiles. Sin embargo, una IPO también puede proporcionar beneficios significativos, como acceso a capital, mayor liquidez y mayor visibilidad y credibilidad. La elección de la opción de financiación depende en última instancia de una variedad de factores, incluida la posición financiera de la empresa, las perspectivas de crecimiento y la tolerancia al riesgo.